Amanece un espléndido día y nos disponemos a pasar una buena jornada de escalada en Puerto Rico.
A las diez aparecemos los primeros por el punto de encuentro y esperamos unos minutos a los demás. Mientras algunos ya nos esperan en el aparcamiento de Puerto Rico.
El día es fantástico y en el camino de aproximación vamos conversando y anticipando lo que posteriormente sufrimos en nuestras propias carnes y es el calor que tuvimos toda la jornada.
Tras el pequeño pateo decidimos en que sector ubicarnos, nos vamos al gato negro donde nos esperan algunos compañeros que subieron un poco antes y desde donde podemos acercarnos a la cueva en caso de que el calor fuese mucho.
Sin prisa pero sin pausa empezamos a montar vías, y vamos probándolas todos y cada uno. Empiezan los primeros apretones y risas.
Algunos más que otros se quejan pero el disfrute y los encadenes no cesan.
A medio día el calor es intenso y las vistas privilegiadas de todo Marbella con el mar de fondo invitan a bajar a la playa pero fieles a nuestra pasión seguimos apretando con un sol de justicia.
Ya sobre las 14:30 decidimos que esta bien de calor y gran parte del grupo decide dar por concluida su jornada de escalada, el resto de «valientes» nos trasladamos a la cueva donde los apretones y vuelos están garantizados porque las risas y el buen ambiente del día ya se daban por hechos de antemano.
Poco a poco vamos acabando con las fuerzas que nos quedaban así como con la luz del día, y es que lo exprimimos hasta última hora para bajar disfrutando del camino de vuelta en el silencio y oscuridad que nos brindaba una cálida noche.
Por ultimo, agradecer a todos los que participasteis en la actividad sin vosotros no sería posible nada de esto y en definitiva lo mejor es compartir estos ratos juntos, más allá de los objetivos y retos personales de cada uno. Saludos y buenas escaladas compañeros, compañeras y animalejos de la roca.
