El 24 de septiembre pudimos disfrutar de una estupenda salida, un estupendo domingo. En todo el año, debido a múltiples factores: el clima, alguna cancelación de actividad, nuestros horarios de trabajo, compromisos, alguna que otra enfermedad… por una cosa o por otra… hasta este domingo no habíamos podido apuntarnos a ninguna actividad, disfrutar tanto como disfrutamos y conocer gente encantadora. Gracias a todos los que compartisteis material, consejos, charlas, anécdotas y «cervecita recompensa» con nosotros.
Llegamos a las 9:00 a la gasolinera Shell de Marbella, sin conocer a nadie, buscamos gente con «pintas deportivas». Saludos y presentaciones y un «tipo serio y formal» que se llama Javier pasa lista… , estamos todos, nos vamos, rumbo a Benaoján. Cuatro coches, una hora de camino
La zona genial, buen acceso, aparcamiento para todos y pie de vías a 10 minutos. Vías de distintos grados, varios IV y V, para nosotros estupendo, pues no tenemos mucho nivel y llevábamos mucho tiempo sin escalar.
Montamos la primera, facilita muy bonita y larga, (aprox 30 metros), con muy buenos agarres. Empieza a dar el sol, empieza a hacer calorcito y empezamos a ponernos morenos… Ya no es el calor del verano pero «pega», de vez en cuando sentimos una brisilla… ¡cómo se agradece!
Más vías, hubo quien se animó con los largos, quien hizo su primera vía de primero, ¡enhorabuena chaval!, colaboración y apoyo moral al máximo, trabajo en equipo, una cuerda que se queda atascada… todo resuelto.
La vía ferrata está a 5 minutos de las vías, nos gustó un montón, no muy larga, pero lo suficiente, con un trocito con desplome (durillo porque estamos desentrenados y después de una mañana de escalada los brazos están ya un poco cargados) pero con motivación, poquito a poco, utilizando la baga para descansar un poquillo… ¡obstáculo superado! y lo mejor: el puente tibetano, lo mejor para superar mieditos a las alturas, pero nos sentimos seguros, tenemos buenos guías: «engancha la parte larga aquí, la corta allí, coloca los pies así… párate, mira para abajo, ¡disfruta!»
Claro que, hay quien no le teme a nada ¡y hace incluso acrobacias! (¡qué valor chica!)
Día completo, día redondo, que acaba con una paradita para hidratarse, compartir impresiones y conocernos un poquito más. Esperamos poder repetir en breve, coincidir con otra actividad y seguir conociendo gente estupenda.
Gracias de nuevo por este domingo.
Míriam y Juan