FIN DE SEMANA EN SAN BARTOLO
Artículo redactado por Kike Villanueva.
Euforia. Esa es la sensación que tiene uno cuando escala una pared: chocas los cinco a todo el mundo, te abrazas con el que te asegura, subidón!! Si a eso le sumamos un fin de semana rodeado de amigos en un paraje inigualable como es la zona de San Bartolo en Tarifa, la experiencia se convierte en inolvidable. Pues así ha sido este fin de semana bajo la excelente organización del Club de Escalada de Marbella (CEM) y la participación de una veintena de socios.
La aventura comenzó el sábado temprano: quedada en Marbella para repartir los coches y poner rumbo al Camping Valdevaqueros, donde establecimos el campamento base y nos encontramos con otros socios que habían llegado el viernes para aprovechar un poco más el fin de semana.
Rumbo a San Bartolo y, tras una breve parada para comprar pan al horno de leña en la Panadería España (recomendado con acierto por Pedro Soto), llegamos al aparcamiento de la zona de escalada. La primera mirada hacia arriba ya hace que la adrenalina comience a correr por las venas. Cuando llegas arriba y miras las vistas que tienes a tu alrededor dices: “¡¡Qué pasada!!” Se ve toda la playa de Valdevaqueros, la playa de Los Lances y la Isla de Tarifa, todo el Estrecho y la zona norte de África. En una palabra: ‘Espectacular’.
Para el que no lo conozca, San Bartolo se divide en varias zonas. Lo primero que te encuentras al subir es la zona de ‘La Habitación’, dos paredes encontradas con muchos niveles para elegir, aunque la dejamos para hacerla por la tarde ya que estaba bastante ocupada. A la vuelta de la esquina llegamos a la zona ‘Los Cernícalos’, donde nos pegamos toda la mañana. Paredes con muy buenos agarres, montón de huecos y bien equipada, idónea para los que estamos empezando como yo. Después de velar por la vida de casi todos mis compañeros, me tocó subir a mí bajo la supervisión de la anfitriona del CEM, María Maestro, y la tranquilidad que me proporciona Fina (la niña de mis ojos) cuando me asegura. ¿Cuál fue el resultado? Pues está claro: ¡¡Euforia!!
Así acabó la mañana y, tras una merecida parada para almorzar, pasamos a la zona de ‘La Habitación’. Mientras los más pequeños y los más novatos probábamos la parte izquierda con vías de pocos agarres pero mucha adherencia y algo más de técnica, el otro anfitrión del CEM, Pedro Soto, probaba junto a Jorge una de esas vías que tú dices: ¡¡Imposible!! Pues las hace el tío!!! Te quedas ahí con la boca abierta preguntándote “¿Cómo lo hace que parece tan fácil?” Es fascinante, creo que disfruto tanto escalando como viendo escalar a los demás.
Bueno, después de un día increíble, bajamos al camping. Duchita rápida y a cenar con el resto del grupo. Terminamos el día haciendo piña entorno a las tiendas y las furgonetas para comernos el postre: una tarta de queso “que se te va la cara”!!! Nueva expresión para nuestro diccionario de la mano del palentino Iván. Ya lo decía Pedro Soto: la tarta que hace María está tremenda, no está dulce ni sabe a queso, está buenísima pero no sé cómo la hace… La receta no se la pidas porque está mejor guardada que la de la CocaCola! Lo único que sabemos es que lleva algo de vainilla, tuve que ‘tripitir’.
El domingo amaneció con un solazo magnífico, de los últimos que van a caer en octubre. Subimos de nuevo a San Bartolo, esta vez comenzamos en la zona denominada ‘El Cancho’, pared entre ‘La Habitación’ y ‘Los Cernícalos’ con una chimenea que nos encantó y en la que estuvimos toda la mañana.
Después de comer hicimos otra pequeña parada en ‘La Habitación’, que tanto nos gustó la primera vez, y pusimos punto final al fin de semana con un cafelito en la playa del chiringuito La Tangana.
Mi especial agradecimiento a los ‘maestros’, Pedro y María, por vuestra ayuda a los que estamos empezando, por vuestra forma de ser, siempre tan entregados y dispuestos, y por la organización de la actividad de la cual hemos disfrutado muchísimo. Un saludo al resto de socios del CEM y, por último, mi más cariñoso agradecimiento a Fina, por introducirme en una actividad como la escalada, que me hace sentir algo que no encuentro en otros deportes: ¡¡Euforia!!
Kike Villanueva